Elias Villalobos ... Saile Escritor

Fue tan breve Fue tan breve, Confuso y doloroso. Fuera de tiempo Y de contexto. Pero nuestros corazones No comprendieron. Éramos dos enfermos Con el medicamento equivocado. Era aquello un volcán. Y  fui la erupción en tu alma. Lava de placer y de dolor. Sufrimos la angustia de “los debieras”. Pero seguimos los designios del corazón. Fuimos dos líneas en el espacio Que coincidieron en un punto. Líneas de trayectorias opuestas, Para luego alejamos. Solo queda Como testimonio de esa pasión,  El recuerdo eterno De aquella “Luz”. La que estalló  por un instante Iluminando "un breve espacio En nuestra oscuridad.            sailevillalobos.

Nelson Mandela          El rugido del león inglés: toma posesión De sus nuevos dominios, En el África Austral Un niño despierta una mañana, Pregunta – ¿mamá, por qué los negros somos esclavos en nuestro hogar? Pero no recibe respuesta, Y al no hallarla, Decide luchar. La estirpe del niño viene de lejos, De una tribu ancestral. Pero su mayor linaje Es su dignidad. El niño crece Con un alma llena de bondad. ¿Qué mayor bondad? Que la lucha Por el bien común Pero el niño es sometido, Los blancos lo obligan a purgar Veinte años de prisión El Congreso africano Trabaja para crear conciencia En la comunidad mundial El Apartheid, La discriminación racial, Empiezan a fracturarse. Aquel niño se transformó en hombre: Su nombre Mándela. Está en la cárcel, Más desde allá enseña Que la libertad Se halla en la conciencia. Él no lucha contra los blancos. Él pelea por la dignidad y respeto sin importar

El salmón Vivimos en la era del salmón: Luchando día a día a contracorriente. Vamos persiguiendo objetivos, Y no sabemos Si los llegamos a ver. Con valor y coraje Vamos remontamos la escarpada pendiente. Y después de agotador esfuerzo, Cuando alcanzamos la cima Descubrimos que todo este gran esfuerzo Cumple un sólo fin. El único que no podemos eludir. El motivo por el que emprendimos Este largo viaje. Llegar y morir.

A mis hermanos emigrantes Qué coraje y tristeza me invade Al ver emigrar a mis hermanos. Por un falso sueño de prosperidad O por un pedazo de pan Abandonan su tierra, Su hogar y su identidad. Van en busca de una oportunidad Que aquí no se les dá. Arriesgan su vida, Sufren de maltratos físicos y mentales. Son vejados en su dignidad. Se convierten en presa fácil De los traficantes de la muerte, “los polleros”. Por ellos son abandonados. Dejados a su suerte O muchas veces asesinados. Cuando no mueren de sed en el desierto, O ahogados en el Río Bravo... Cuando logran “pasar al otro lado”, Con la doble moral americana. Pierden sus derechos laborales Y cuando ya no son útiles Son deportados por los mismos empleadores Qué coraje y tristeza saber Que la culpable es, la injusticia social Que privan en nuestro país, Hombres honrados Que sólo desean trabajar, Sean   humillados y explotados a cambio De unos cuantos dólares “para mandar” a sus familias. Qué lucha más importante Que la guerra c