Escuché una voz.
Escuche una voz
Día a día trabajaba para escapar de la prisión.
Pero un celoso guardián me lo impedía.
Tanto tiempo en la penumbra
Tantos años en la obscuridad
Que cuando intente dirigirme a la luz
Esta me cegó.
Un día escuché una voz
¿De donde venia? No lo sé
Y en un tono de mando me dijo
Eres libre puedes salir.
Finalmente me dirigí
Hacia donde provenía la luz
Y con el temor a lo desconocido
Inicie mi nueva vida.
Era un camino nuevo
No tenía paredes ni barrotes
Que obstaculizaran mi libertad
El celoso guardián se había marchado
Había conquistado mi libertad.
Esa voz ,era la luz, era la señal
!Era el Señor!
Que me decía, bienvenido
Siempre he estado contigo
Tu tenias las llaves de tu prisión
Siempre he estado presente
No me veías, porque no mirabas en mi dirección.
Ahora lo sabes siempre he estado en tu corazón.
Soy la luz, soy el camino.
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