Elias Villalobos ... Saile Escritor

En un Día de las Madres. La profesora Juanita me informó que mi pensamiento había sido elegido para el festival “Del día de las Madres “ el día señalado llegó y mi turno de leerlo, sucedió que el sonido del micrófono falló, por más esfuerzo que hice fue imposible ser escuchado por los presentes, en realidad no me afecto, debido a que la persona más importante para mí, mi madre no estaba presente ,el motivo es que se encontraba laborando, después de la separación con mi padre, ella se hizo cargo de sus cuatro hijos, qué mejor manera de demostrar su amor de madre. El amor de una madre es incondicional, como el de la madre naturaleza, qué nos brinda lo mejor de ella sin esperar que le correspondamos de la misma forma. Me viene a la mente el rostro de dolor de María sosteniendo el cuerpo inerme de Jesús, La Piedad obra maestra de Miguel Ángel, que capta el mayor sufrimiento de una madre por un hijo. Muchos años han pasado desde aquella ocasión, en que no me fue posible mostrar

Abraham Lincoln Lo vi parado en el umbral de la puerta. Con su estatura descomunal con su semblante sereno y su profunda mirada. Con una expresión de melancolía y tristeza milenarias. Con la actitud del hombre que ve más allá de las cosas. Con la determinación de quien conoce su misión en la vida. Con la fuerza sobrehumana de aquel que se compromete con una causa superior. Nació predestinado a grandes causas Vino al mundo en medio de la pobreza extrema, en las llanuras americanas. Cada empresa iniciada por él constituyó un fracaso, pero fue más grande su inquebrantable determinación que los reveses de la vida. Hombre que encaró su destino. Que vivió la humillación debida a su origen: la hostil realidad de las clases sociales. Sin embargo se mantuvo lejos de resentimientos, El vio una gran nación en medio de la segregacion racial, Como el héroe oriental Arjona ve a sus hermanos morir en el campo de batalla: “ninguna razón paga el prec