Fabula; El Oso que no era feliz


  Fabula;                   
                                                El oso que no era feliz

 

En la región más fría del polo norte, en un tempano de hielo, un majestuoso oso polar de  aspecto  imponente, descansaba.

Un pingüino que se encontraba en la orilla del macizo, de hielo

se había quedado rezagado del grupo.

 Por lo que seria presa fácil del majestuoso oso polar, ante la limitación de sus recursos físicos,

Comprendió que solo su ingenio le ayudaría a lograr sobre vivir..

Con gran determinación, se acercó hasta donde  fue prudente estar del oso blanco,

Con firmeza inicio , el siguiente  dialogo;

Señor oso blanco,

- ¿Por qué esta tan serio,

El oso se irrito,

Y con tono intimidatorio dijo

- mas te vale que no me molestes. -Y agregó

-¿Quien te crees tú, para cuestionarme de esa forma?-

, -Soy alguien que puede ayudarle a sentirse bien.-Se atrevió a decir

-¿tu, como crees?- respondió el oso intrigado.

Si me permites acercarme, yo ¡lo haré!

El oso por primera vez, lo tomo en serio.

-¿Sabes? ¡Eres muy audaz¡ simpático pingüino,-

- Si, porque si  fallo, no tendrás manera de defenderme-dijo el pingüino

 El oso polar, le confirmó-Es cierto, serás un delicioso bocado para mí.-

 

El pingüino no se amedrento

-¿Y si yo lo consigo, prometes que me dejaras pasar?-

-Tienes mi palabra de oso polar,-

El pingüino se acerco al formidable oso polar,

De entre sus alas extrajo una larga pluma de ave, sé inclino cerca del oso y le empezó hacer cosquillas en las patas, el oso no se pudo contener y empezó a reír, después se revolcaba de la risa.

El pingüino le continúo haciendo cosquillas en la panza, en las axilas, en todas partes

 Hasta que  el oso pedía clemencia para evitar las cosquillas

Mientras no paraba de reír.

El oso quedo satisfecho y cumplió su palabra haciendo su amigo al pingüino.

 

-Amigo pingüino, ¿Cómo pudiste saber  lo que necesitaba?-

 Con genuina  curiosidad  preguntó.

He observado la expresión de tu rostro y encontré; a soledad y la tristeza.

Teniéndolo todo, no eres feliz-dijo el pequeño pingüino.

Y respaldo su argumento con lo siguiente

 Comes lo que quieres; peces, focas, salmones y todo esto, en abundancia,  corres ágilmente, además eres un gran nadador, no tienes frio gracias a ese hermoso abrigo blanco que la naturaleza te otorgo, todos te temen y por si fuera poco duermes plácidamente por largos periodos, y aun así  ” Teniéndolo todo” no disfrutas lo que la vida te ha dado.

El peor pecado que puedes cometer, es  que teniéndolo todo,  no seas feliz.

 Y sentencio: -Todos necesitamos de todos, es la única manera de ser feliz.

 Saile Villalobos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fabula del Lobo, las Ovejas y el Perro guardián.

Fabula del Colibri y los Cuervos.

El sapo y la oruga